miércoles, 10 de diciembre de 2008

EL PAIS DE LA INERCIA

Angel Murillo Caballero

Panamá, ha alcanzado un éxito sorprendente, en comparación con los demás países de la región, pero este anhelado progreso, debe ir de la mano, de un adecuado plan de desarrollo de la infraestructura publica como privada. El éxito y desarrollo de nuestro país, se debe al esfuerzo y la planificación, de las principales actividades en la industria de servicios que Panamá presta; Zona libre, Oleoductos, Refinería de Petróleo, Abanderamientos de naves, Turismo, la construcción.

En la década de los 40', se empezó a desarrollar una estrategia de desarrollo urbanístico del país.
Karl Brunner quién elaboró un Estudio denominado "Desarrollo Urbano y el Plano Regulador de la ciudad de Panamá" ( mejor conocido como el "Informe Brunner"), el cual presenta un análisis profundo de los principales problemas urbanos y de la vivienda, así como importantes aportes a la planificación urbana.

Pero ese plan de desarrollo urbano, solo se cumplió en parte, porque el caos urbanístico, y el diseño de la ciudad y sus calle no fue muy bien planificada, en la actualidad, podemos apreciar las “Barriadas brujas" surgidas, por la poca atención, que le daban los gobernantes al crecimiento poblacional de la metrópoli. Un ejemplo de ellas, lo están: Boca la Caja, Panamá Viejo, San Sebastián, Viejo Veranillo, Broklincito.

Con la llegada de una extensa temporada de torrenciales aguaceros, podemos observar en nuestro país, el colapso de nuestro sistema de alcantarillados en la Ave. Balboa, Ave. Justo Arosemena, Calidonia, Bella Vista.

Están en total abandono, el alcantarillado nacional de calles y aceras destruidas, sin tapas.
En días pasados, pude palpar en un aguacero, como quedan las calles de nuestro país, en parte se debe por la mala costumbre, que tenemos los panameños de todo arrojarlo al piso y contribuyen a la contaminación y obstrucción del alcantarillado.

La pujante industria de la construcción y su aporte al desarrollo inmobiliario es innegable.

Pero las cosas que están sucediendo en las calles, donde entran y destruyen toda la infraestructura de nuestras ciudad, todo nuestros impuestos quedan en la nada por que el constructor se niega a repararlos daños.

Donde esta la función de las instancias correspondientes, para poner orden y disciplina en la cosa pública.
Pareciera, que estuviéramos, en la época de de la barbarie, donde no existe ley ni orden que controle y castigue, a los que por su poco importa, hacen que se inviertan los dineros del estados en obras de reparación, que son de beneficio privado, y afectando el patrimonio del estado, que muy bien ese dinero se puede invertir en obras sociales.

¡Las leyes se hacen para cumplirlas!. Pero en nuestro diario vivir se puede observar, los camiones volquetes con carga y sin las respectivas lonas y polleras. Los diablos rojos con las llantas lisas y en sus populares regatas, por todas las calles de la ciudad, los buseros que cobran veinticinco centavos a los estudiantes, y los operativos de las autoridades, quedan en la inercia permanente. El poco control de la seguridad vial, después que pasan las desgracias es que vienen a reaccionar. Las mediadas de control deben ser más enérgicas, Sin embargo, solo son como los productos vencidos, tiene un periodo de vida y así son las autoridades que nos gobiernan.

Las necesidades básicas de un pueblo, se encuentra en situaciones paupérrimas, y las mejor manera de hacer valer sus derechos es protestando y cerrando calles. ¿Será que ese es la única manera , que nuestros gobernantes entienden y actúan?Pienso que hasta el mejor amigo del hombre es más inteligente, tu le dices busca el palo y lo hace inmediatamente. El país de la inercia, se construyen edificios, con las mismas calles, traen nuevos autos, con las misma calles, que hablar de la calles de Panamá, en época de lluvia, la Avenida Nacional, igual a la bella ciudad de Venecia en Italia.


Nuestros estadistas y visionarios del pasado, su legado permanente queda, Belisario Porras, Arnulfo Arias y Omar Torrijos H. Que con ahínco, desarrollaron y dejaron los cimientos de la el país que todos queremos.

Que ha paso con nuestros estadistas, del siglos XXI, que con sus visionarios, planes, encausaban al país en rumbo de progreso y bienestar para todo los panameños. Me cuentan mis padres que en la época de Torrijos, iban a construir la “Tumba Muerto”, cuatro carriles para ir y cuatro para regresar, y a el le dijeron ¿Tu estas loco, quien va pasar por allí, 20 carros y 10 carretas?. “No solo la pequeñez esta en la mente sino también la grandeza”, y ahora el caos de los autos en la ciudad en las horas pico es insoportable.

Muchos de los grandes problemas que tenemos, en el área metropolitana se debe al manejo desordenado del urbanismo en nuestro país. Aquí se construyen “malls”, y después que pasan los desastres vienes los respectivas responsabilidades de quienes son los culpables, ya después que el daño esta hecho.

EL poco importa de del devenir y el desarrollo equilibrado de nuestro patrimonio, no esta afectando a todos, es indispensable cambiar nuestra forma de pensar como panameños, que queremos salir adelante y salir de este circulo de mediocridad y desinterés por el cambio, estos interese mezquinos no han dejado inmerso en un circulo viciosos de pobreza y desarrollo.

El autor es profesor de Educación media
angelodin19@hotmail.com